miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Cuál es el futuro de la Educación Pública?

¿El futuro es tan negro como lo pintan? ¿Porqué están profesores, padres y alumnos protestando contra los recortes en educación?
¿Están siendo los recortes apropiados? ¿Realmente ha habido un "derroche" por parte de los centros públicos?
¿Se puede mantener una educación de calidad con menos recursos?

Tal vez soy una persona demasiado optimista, pero no creo que la sociedad vaya a permitir que estas politicas educativas acaben con lo que a generaciones anteriores les costó tanto conseguir. Afortunadamente, la "marea verde" da constancia de que algo se está cociendo; no solo con los afectados directamente por los recortes, sino con la participación de individuos que valoran la importancia de la educación como elemento clave para formar ciudadanos libres.
Es verdad que el estereotipo de funcionario puede haber perjudicado y dado argumentos para justificar este "tijeretazo". Además, nadie pone en duda que la educación pública tuvo, tiene y tendrá muchas cosas que mejorar, pero lo primero que necesita es una buena administración, con objetivos claros dirigidos a que el sistema mejore y no exclusivamente a reducir sus costes.
Un ejemplo claro que conozco de primera mano como profesora de inglés, es el programa de bilingüismo impulsado por la Comunidad de Madrid. Da la sensación de que el elemento central de dicho programa ha sido la placa identificativa que se le otorga a los centros "elegidos", en vez de una elaborada programación que no consista únicamente en quitar protagonismo al resto de asignaturas.
 
A lo mejor, un gobierno que ideológicamente no cree en la educación pública no es el más apropiado en época de crisis para defenderla.

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